Pesadillas, ¡qué historia! Imagínese tumbado en la cama, con los ojos cerrados, inmerso en un mundo de ensueño. De repente, todo cambia. Te encuentras en un oscuro laberinto, perseguido por sabuesos infernales. El corazón te late con fuerza, el sudor te corre por la frente, están a punto de alcanzarte. De repente, te despiertas. Bienvenido al reino de las pesadillas.
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¿Por qué tenemos pesadillas?

Pero, ¿por qué tenemos estas pesadillas? En realidad, las pesadillas son sueños normales que no han terminado. Por la noche, además de digerir los acontecimientos del día, nuestro cerebro crea sueños que son una mezcla de nuestros recuerdos, miedos y deseos para entrenarnos ante situaciones que podrían ocurrir en el futuro. Algo así como un centro de realidad virtual personalizado. Estos sueños pueden ser positivos, pero también negativos, y a veces son demasiado intensos emocionalmente para nosotros y hacen que nuestro cerebro pulse el botón de emergencia bajo el efecto de este miedo intenso. Y cuando pulsa el botón de emergencia, nuestro cerebro inunda nuestro cuerpo de adrenalina, haciendo que nos despertemos bruscamente y desorientados por este cambio repentino.
Despertar sobresaltado y desorientado

Y como estamos desorientados, necesitamos tiempo para recuperar el sentido común y, sobre todo, para eliminar toda la adrenalina del cuerpo. Es normal sentir pánico, falta de aire y malestar. Es esa mezcla de despertar repentino y adrenalina lo que te da esa sensación.
Así que, la próxima vez que te despiertes sudando después de una pesadilla, recuerda que tu cerebro sólo intentaba entrenarte para el futuro y, por desgracia, llevó el escenario un poco demasiado lejos, como una película de serie Z.
La normalidad de las pesadillas

Al fin y al cabo, las pesadillas son normales. Pero si te ocurren con demasiada frecuencia, puedes trabajarlas, por ejemplo, con hipnoterapia. Pruebe gratuitamente el programa de hipnosis de OpenSynaps con un solo clic aquí: https://app.opensynaps.com
Si tienes alguna pregunta o comentario, coméntalo a continuación. Nos vemos la semana que viene para hablar de sueños y pesadillas.